-¿Y qué pasó? ¿Por qué Héctor y tú ya no sois amigos?
-Porque me enamoré.
-Luna…
-Es verdad, yo me enamoré de él, y él se enamoró de otra
persona.
-Pero no podéis dejar de ser amigos por eso, tienes que
entenderlo.
-Claro, si yo lo entiendo. El problema es ella.
-¿Ella?
-Sí, ella no le permite ser mi amigo, ni mirarme a la cara.
-¿En serio? Vaya guarr..
-¡No sigas! Déjalo Iván, si la prefiere a ella será por
algo.
Era el primer día del segundo cuatrimestre en la universidad.
Iván es uno de mis mejores amigos, es mayor que yo, pero
siempre está pendiente de mi y de que esté bien.
Después me fui a casa, esta vez sola.
Tiene que haber alguna razón, él no es así
28 de Febrero
Querido diario,
Hoy me siento tan… tan
sola…, tan vacía.
Me siento en la
oscuridad.
Como si la respuesta
estuviera escrita en tinta invisible.
Por una parte, me
gusta pensar que él así será feliz,
Pero por otra parte,
sé que esa especie de arpía le va a hacer daño. Ella no le quiere, lo sé, o al
menos… no tanto como lo quiero yo, claro.
Todavía no me puedo
creer que le haya dado a elegir, y ¡todavía no me puedo creer que la haya
elegido!
-¡Luna y Héctor! La comida está en la mesa
-Héctor aún no ha llegado, Miriam.
-Qué raro, siempre llegáis juntos.
-Lo se, pero…
-¡YA ESTOY EN CASA! – Grita Héctor desde la puerta, la mar
de feliz, por supuesto.
-¿Se puede saber por qué maldita razón no has acompañado a
tu hermana a casa?
-Por enésima vez, mamá, ¡no somos hermanos!
-¡Lo seréis!
-Yo… -La verdad es que no sé muy bien qué decir. Las
lágrimas me invaden.
-¡Tú…! Tú mejor cállate. Y no somos hermanos, ni lo seremos
nunca. ¡Punto! – Héctor está irreconocible, lo juro. Parece que no lo conozco,
y su reacción.. quizás me la esperaba, pero me ha impactado bastante. – Se me
han quitado las ganas de comer, me voy.
- De eso nada, bonito. ¡De aquí no se va nadie! Ahora mismo
va a explicarme alguien qué ha pasado aquí.
-Yo no pienso contar
nada – Murmura Héctor, y ambos desvían sus furiosas miradas hacia a mí. – Tú,
estúpida, venga: cuéntaselo.
-¡Para empezar, no eres nadie para hablarme así! Lo que pasa
es que Héctor se ha echado novia, y la muy … no le permite hablar conmigo. Y él
… él como es un imbécil, pues le hace caso, ¡aunque la acabe de conocer!
-¿Qué? Pero bueno, ¡esto es increíble! –Miriam lo mira con
ojos como platos, echándose las manos a la cabeza. – De verdad, Héctor, estás
irreconocible.
-¡No quiere que hable con ella porque está enamorada de mí!
-¡QUÉ! No me lo puedo creer. La mandíbula me llega al suelo, y el alma se me
cae a los pies. – Ves, se calla porque sabe que llevo razón.
-¡Vete! – Miriam lo echa de esta pequeña sala, haciéndome un
gran favor, y se acerca a mí. Me coge de la mano y me acaricia la mejilla
empapada. – Cariño, ¿es verdad eso que
ha dicho? – Tengo el corazón encogido.
-Pues.. me temo que sí. – Me ruborizo, y creo que se me
escapa una media sonrisa. Miriam, impresionada, me sonríe.
-Pero .. ¿Cómo es posible? Sois casi familia.. y además, es
un estúpido muy difícil de llevar.
-Lo sé, pero antes conmigo era dulce y divertido…
-¡Hola chicas! – Nos recibe mi padre con una amplia sonrisa.
Mientras yo me seco de inmediato las lágrimas.
Nunca he sido de tener novios y esas cosas, ni nunca he
tenido muchos problemas y demás, pero cuando me gustaba algún chico cuando era
pequeña, yo se lo contaba siempre a mi madre. Pero con él, nunca he tenido ese
tipo de confianzas.
Tiempo después de morir mi madre, él se esforzaba intentando
darme charlas de sexualidad, amor, amistad, etc. Pero yo siempre me he negado a
hablar con él, no con mala intención, pero siempre he sido una persona
demasiado reservada, y sólo le contaba las cosas a mi madre, ni si quiera a mi
mejor amiga Claudia.
Pero cuando nos mudamos aquí, un año después, cuando yo
tenía 15 años, mi padre conoció a Miriam. Miriam vivía en una pequeña casa en
un pueblo de Seattle.
Nosotros nos compramos una casita de campo cerca de ella. Y
mi padre y ella se hicieron amigos, además de vecinos. Ella siempre ha sido una
persona muy dulce. Y se esforzaba muchísimo por mantener una conversación
conmigo y hacernos amigas. Pero en aquel momento yo era una niña egoísta que no
pensaba en la felicidad de mi padre. Vivía para mí misma, encerrada en aquella
habitación con cuadros de vacas deprimida. Lo único que me salvaba era leer.
Meses después, Miriam y su estúpido hijo, vinieron a vivir a
mi casa. A pesar de la diminuta habitación que tenía, tuve que dejarle espacio
al idiota ese.
Yo vivía enfadada con mi padre por haber dejado que Doña
Perfecta, y su hijo Don Gruñón, vivieran en nuestra casa.
Sinceramente, pienso que Héctor es adoptado, su madre es tan
dulce y él tan impertinente.
Pero, entonces, un año después, el día de mi cumpleaños,
papá y Miriam me regalaron un caballo.
Héctor montaba a caballo desde que era pequeño, y Miriam lo
amenazó con enseñarme a montar.
Al principio, era igual de estúpido, y yo me negaba a
montarme en el caballo, me daba miedo pero no lo quería admitir y decía que me
daba asco, y segundo, me negaba a que él me enseñara.
Fueron pasando los días de verano, yo ya sabía montar
perfectamente, y nosotros ya nos soportábamos más. Cada vez más y más, hasta un
día. Ya empezaban las clases en el instituto, y para despedir las vacaciones
fuimos con el caballo a un lago que había en el pueblo. Yo nunca lo había
visto, pero él siempre venía cuando era pequeño con su padre.
Fue un día increíble, nos llevamos horas y horas en el lago,
riéndonos, gritando, cantando, etc. Y ahí fue cuando me enamoré de él. De su
forma de hacerme reír y de su forma de hacerme perder los papeles. Eran
sentimientos tan opuestos e increíbles a la vez.
Y ahora, cuatro años después, volvemos a la primera fase.
Para cuando mis pensamientos y recuerdos se esfuman, me
encuentro en el sofá y sin nadie en casa. No tengo ni idea del tiempo que llevo
sumida en mis pensamientos. Pero me da la sensación de que llevo un buen rato.
¿Las siete y media, ya? ¡Por Dios, y mañana tengo examen!
Uummm vale...,me he quedado con ganas de leer más. :) seguiré leyendo...
ResponderEliminarBien!! Eso es bueno jajaja
ResponderEliminarEspero que te siga gustando :))