SEIS

-¡Lunaaaaaa! Tienes visita, cariño. – Me grita Miriam desde el piso de abajo. ¿Visita?

-¡Chicas! ¿Qué hacéis aquí?

-¡Hemos venido a rescatarte! – Gritan entusiasmadas, Lucía y Carmen, al unísono.

-¡Dramáticas! Anda, subid.

-¿Os vais a quedar, chicas? Voy a hacer galletas para merendar.

-Sí, gracias Miriam.

-Bueno, venga. ¿A qué estás esperando?

-No te sigo… ¿De qué hablas?

-Te recuerdo que te tengo favorita en twitter, cariño.

-Oye.. no sé por dónde vais. – En realidad, sí. Pero no tengo muchas ganas para contarlo todo…

- “Dices que tienes corazón, y sólo lo dices porque sientes sus latidos” – Cita Carmen, a la vez que hace un extraño gesto arrancándose el corazón. ¡Está loca!

- “¿A qué fingir el labio risas que desmienten con los ojos?” –Lucía cita otro de mis tuits. Y ambas me miran interrogativas.

-¿Qué? Son simples citas de Béqcer. – Digo levantando las manos exageradamente.

-A ver, cariño, estás empezando a agotar mi querida paciencia. ¡¿ Puedes contarnos de una vez qué ha pasado?!

-Vale, vale …

Tras un largo rato contándoles lo último de Héctor, y también lo de Mario, ambas se quedan un rato pensando.

-¿En serio? ¿Gusilu? ¡Qué clase de perso….!

-¡Carmen, déjalo!

-Bueno, ¿y tú cómo estás? ¿Por qué no nos has llamado? Apuesto que te pasaste la tarde lloriqueando escuchando “cada dos minutos”, ¿me equivoco?

-Pues… no.

-Pues cariño, echa ya a “desesperación”, porque él ya te ha echado a ti.

-Pero es que.. me estaba hablando tan bien, tan cariñoso…

-Vamos a ver, Luna, te lo ha dejado demasiado claro, ¿no crees? Pasa de él, ahora te toca a ti. Tú eres increíble, puedes conseguir lo que quieras y lo sabes, sólo tienes que proponértelo.

-¡Venga, recoge tus cosas, coge nuestro pijama de vaquita y el ordenador que nos vamos. ¡Voy a hacerte una limpieza de sentimientos!

- Pff… ¡miedo me das!

Después de habérselo contado todo a ellas, me siento mucho mejor.

Como todos los viernes, los padres de Carmen se van a su pueblo, y como le da miedo quedarse sola, siempre nos quedamos las tres juntas. ¿Una especie de fiesta de pijama? Pues eso.

Ayer descargué varias películas para ver hoy.

Ah, lo del pijama de vaquita se refiere a un pijama enterizo que nos compramos las tres para cuando dormimos juntas. ¡Es muy calentito!

-Miriam, ¿todavía no ha llegado papá?

-No cielo, está trabajando.

-Vale. Me voy a dormir a casa de Carmen, díselo cuando venga porfi.

-¡Claro! Pasároslo genial.